Old Trafford se cayó para darle la bienvenida de nuevo a Ibrahimovic. El delantero sueco de 36 años ha trabajado tan a fondo que ha logrado recortar un mes su periodo de recuperación, puesto que los médicos preveían que no podría jugar hasta 2018.
Pero no. Ibra nunca se ha dado por rendido y Mourinho le dio el premio de jugar en la victoria ante el Newcastle, en la que el delantero sueco incluso estuvo a punto de hacer un golazo de volea.
Al acabar el encuentro, a Mourinho se le escapó el nuevo apodo que le han puesto al veterano Zlatan: "Un chico que ha superado eso y ha vuelto a jugar es una alegría para todos, pero sobre todo para los que estamos más cerca. Fue emocionante ver de vuelta al chico grande", afirmó el entrenador portugués.