Dos de los tres equipos europeos que podían sentenciar hoy su presencia en el próximo Mundial lograron materializarla gracias a dos triunfos ante Irlanda del Norte, en el caso alemán, y Eslovenia en el caso inglés.
Los alemanes encarrilaron su partido muy pronto gracias a un golazo soberbio de Rudy. A partir de ahí, Irlanda del Norte no existió y los germanos gobernaron a placer el partido hasta el final. Sellaron una clasificación inmaculada con pleno de victorias y sólo tres goles en contra.
Inglaterra sufrió más para derrotar a Eslovenia, sobre todo por el excepcional partido de Oblak. El portero del Atlético firmó un encuentro soberbio y sólo doblegó la rodilla en el último minuto y ante un remate de Kane a bocajarro.
Con estas victorias, Alemania e Inglaterra confirmaron su presencia en el próximo Mundial de Rusia. Dos clásicos que no se perderán la ineludible cita de 2018.