Doce equipos de cinco países para los seis cupos restantes en cuartos

Dos partidos el martes, tres el miércoles y uno el jueves conforman el programa de vuelta de octavos de final en que dos de los cinco clubes brasileños en contienda dirán adiós.

Esto se debe a los dos duelos entre equipos del gigante sudamericano, Flamengo-Chapecoense y Ponte Preta-Sport Recife, que tuvieron suertes diferentes en los enfrentamientos de ida.

Mientras el de Chapecó cedió en casa un empate sin anotaciones contra el rojinegro que dirige el colombiano Reinaldo Rueda, el de Recife que orienta Wanderlei Luxemburgo sacó una renta favorable ante el de Campinas.

Flamengo y Sport Recife salen por lo tanto con el favoritismo para acceder a cuartos de final, así este último deba jugar como visitante.

Dos de los tres cuadros paraguayos que sobreviven en la Sudamericana, Nacional y Cerro Porteño, se jugarán la suerte a domicilio.

El Ciclón del barrio Obrero se las verá este martes en Barranquilla ante el Atlético Junior después del 0-0 en su nuevo estadio y todavía sin que se le note del todo la mano al entrenador colombiano Leonel Álvarez.

El Junior volverá a contar con su figura y amuleto, Teófilo Gutiérrez, otra vez junto al peligroso Yimmi Chará y frente a una afición ávida de triunfos y títulos como la barranquillera.

Nacional, la grata sorpresa de la Sudamericana este año, visitará al Estudiantes de La Plata con tres puntos sobre la mesa para negociar sin apuros la clasificación. El 1-0 de la ida sumado a un juego veloz y eficaz en el contraataque le dan esperanzas.

Los argentinos, más coperos que sus rivales, confían en sacar provecho de su mayor experiencia y de jugar en casa.

Pero sin duda el duelo que más llama la atención esta semana en el torneo es el que librarán en Avellaneda el Racing Club y el Corinthians.

La Academia recibe al 'Timao' (equipazo) con la motivación de haberle empatado en Sao Paulo y tras haber confirmado que su rival vive horas bajas no solamente en el Campeonato Brasileño.

Finalmente, Liga de Quito será anfitrión ante Fluminense y con los 90 minutos del partido como última oportunidad para salvar un año en que ha estado de pelea con el éxito.

Al frente estará el mejor equipo del torneo desde la segunda fase, un Fluminense que llevará como carta de presentación tres triunfos en tres partidos y un ataque que ha cantado siete goles.