El Real Madrid afrontará ante el Al Jazira la semifinal del Mundial de Clubes más asequible a priori que ha jugado nunca. Los de Zidane se enfrentarán al modesto equipo emiratí, que, lejos de haber construido su equipo a base de talonario, lo ha hecho con trabajo y esfuerzo.
Pese a ser dirigido por la familia real de los Emiratos Árabes y a tener como presidente de honor al hermano mayor del jefe de estado, el equipo tiene límite salarial, como recuerda 'AS', y no ha aprovechado los hilos para construir un súper equipo.
Nacido nada más que en 1974 después de que se fusionaran Al Khalidya y Al Bateen, no es ni tan siquiera el equipo más importante de Emiratos Árabes. Tan sólo ha ganado dos ligas, pero ha tenido la suerte de hacerlo justo cuando ganar una de ellas le daba acceso al Mundial de Clubes.
Con Lass Diarra -que no estará ante el Real Madrid-, Mbark Boussoufa y Romarinho como grandes estrellas, el equipo se organiza en torno a varios de los mejores jugadores de Emiratos Árabes. Con una mentalidad ultradefensiva, el equipo fue capaz de frenar al campeón de Asia, Urawa Red Diamonds, en los cuartos de final. Antes, había hecho lo propio con Auckland City aprovechando las mismas armas: un gol rápido y una defensa a ultranza del 1-0.
Un verdadero milagro, las semifinales de todo un Mundial de Clubes, para un Al Jazira que quiere ser el nuevo David del fútbol Mundial. Goliath espera el miércoles con más ganas que nunca de olvidar su mal momento y levantar un nuevo trofeo.