La historia está repleta de cosas curiosas que acaban perdiéndose en el olvido. Como esta extinta Copa Iberoamericana que surgió de la nada pero nunca logró asentarse en el fútbol internacional. La UEFA no la reconoce como torneo oficial, pero CONMEBOL y la RFEF sí. Fueron ambas organizaciones las que crearon el torneo.
Una primera prueba con varios equipos se dio a conocer en 1964. River Plate, Boca Juniors, Botafogo y Barcelona se enfrentaron en un torneo que acabó con tres de los cuatro equipos empatados (Sólo el Barcelona se quedó sin sumar, mientras que Boca, River y Botafogo consiguieron dos triunfos cada uno). Ante la imposibilidad de acordar un partido de desempate, se decidió dejar exento el vencedor de esa primera edición.
Aquella decisión no ayudó a expandir la idea de un nuevo trofeo y un par de años después se instalaría la Copa Intercontinental. La idea de enfrentar a campeones europeos con sudamericanos terminó cuajando, pero no como esperaba CONMEBOL.
En 1994 intentó recuperarse, esta vez midiendo a los vencedores de la Copa del Rey española con el de la Copa Oro, otro torneo que tampoco llegó a cuajar y que apenas se disputó en tres ocasiones. Boca Juniors, Cruzeiro y Flamengo presumen de tener semejante reliquia en sus vitrinas.
Aquella temporada 93-94 llevó a Real Madrid y Boca Juniors a medirse a doble partido para alzarse con esta Copa Iberoamericana. Los blancos se llevaron el torneo tras vencer 3-1 en el Bernabéu y perder 2-1 en La Bombonera (4-3 en el global). UN gol de Hierro y un doblete de Morales permitieron al Madrid llegaron con ventaja suficiente a Buenos Aires. McAllister anotó el tanto 'xeneize' en el Bernabéu, donde fue expulsado el Mono Montoya a los dos minutos.
En la vuelta, Da Silva y Naveda pusieron contra las cuerdas al Real Madrid, pero un gol de Milla a 15 minutos para el final decantó la balanza hacia el lado español y los madridistas levantaron el único título de la Iberoamericana de la historia, que tiene su rinconcito especial en la Sala de Trofeos del Santiago Bernabéu.
La aventura del trofeo no cuajó y se decidió no prolongar la aventura en una época en la que ya estaba en ciernes el invento del Mundial de Clubes de la FIFA.