No era un simple partido de pretemporada. José Mourinho y Pep Guardiola se veían cara a cara en un partido en el que medían sus proyectos para una nueva e ilusionante temporada.
Eso sí, tampoco se pueden sacar muchas conclusiones a estas alturas de pretemporada, pero dejó clara varias cosas. Los ya típicos problemas defensivos del City y que el United no le pondrá nada fácil la Supoercopa de Europa al Madrid.
No hubo un dominador claro que se hiciera con el control del partido, pero el United parecía contar con una marcha extra. Más contundentes, más rodados y mejor posicionados, los de Mourinho mostraron gratas impresiones.
Gracias, entre otras cosas, a un Ander Herrera exquisito. Fue, sin embargo, Lukaku el que abrió la senda de la victoria tras aprovechar una salida en falso de Ederon que dejó en muy mal lugar al que es el segundo portero más caro de la historia.
Dos minutos, dos goles.
Dos minutos después, Rashford hizo el segundo en una contra letal que pilló totalmente desprevenida a la defensa del City. Mazazo antes del descanso para un City que apenas contó con un par de acercamientos que repelió De Gea con una facilidad pasmosa.
El carrusel de cambios en el intermedio no cambió significativamente las cosas. El United pudo sentenciar el choque en varias ocasiones, pero el disparo de Lukaku se estrelló con la misma escuadra cuando el público ya celebraba el gol.
Brahim Díaz, joven malagueño de 17 años, mostró su clase y guió por momentos el ataque de los 'citizen'. Más verticales que en la primera parte, los de Guardiola tuvieron más ocasiones pero no pudieron batir la portería de Romero.
El United se llevó el triunfo y el honor de este derbi de Manchester que levantó pasiones en Estados Unidos.