Fue Mourinho, como no, el que encendió la mecha. Tras vencer al Benfica por 0-1, el portugués sacó pecho y lanzó el primer recado: "Nunca hablo de lesionados. Otros (entrenadores) no hacen más que llorar y llorar, cuando un jugador está lesionado".
Posteriormente relató la lista de jugadores con las que no puede contar: Ibrahimovic, Fellaini, Pogba y Rojo. Una indirecta dirigida a un Conte que días antes se lamentó de las numerosas lesiones (Kanté, Drinkwater, Moses y Morata, entre otros) y del calendario que esperaba al Chelsea en los próximos partidos.
Los periodistas ingleses trasladaron a Conte las palabras de Mourinho y el italiano no se cortó. "Si esas palabras se refieren a mí; primero debe pensar en su equipo, no en otros. Mourinho a menudo mira lo que está sucediendo en el Chelsea, ya lo hacía la temporada pasada así que debería centrarse en lo que pasa en su equipo", respondió.
En unas semanas, el próximo 5 de noviembre, Manchester United y Chelsea se enfrentan en Stamford Bridge en un partido que ya ha empezado a jugarse.