Marco Asensio se ha ido marchitando al mismo ritmo que el Madrid. Ha pasado de llenar portadas a ser un jugador atascado en su fútbol. Ha perdido el desparpajo que le hizo romper cualquier quiniela a principio de campaña y ahora, simplemente, se busca a sí mismo.
Y no será por falta de oportunidades, ya que Asensio es un habitual (en Liga) en los planes de Zidane. En Champions la cosa cambia y el internacional español sólo ha estado sobre el verde media hora entre los tres partidos disputados por su equipo.
Isco, su alma gemela en el vestuario del Madrid, decía hace pocas semanas que a Asensio "hay que dejarle tranquilo". Quizá esa continua exposición bajo el foco haya afectado a un jugador jovencísimo que hace pocas semanas ampliaba su contrato con los 'merengues'.
Así, Asensio ha pasado en poco más de dos meses de marcar dos golazos de bandera al Barcelona a influir poco en el juego del Madrid. No marca desde el pasado 27 de agosto, cuando se echó el Madrid a la espalda con dos buenos goles al Valencia.
La lesión de Bale sigue abriéndole las puertas de la titularidad, algo que se podría producir en el próximo choque ante el Eibar. Una nueva oportunidad para que Asensio demuestre que lo del comienzo de temporada no fue un espejismo.