Arsene Wenger no ha dicho la última palabra y ha dado un golpe en la mesa después de acabar con los rumores sobre su futuro con una victoria más que merecida. El técnico sacó al terreno de juego del Emirates Stadium a un gigante que pasó por encima de un Tottenham que no encontró su fútbol en noventa minutos.
Poco a poco se fueron comiendo los 'gunners' a los 'spurs'. Wenger le ganó la partida sobre la pizarra a Pochettino, aunque Kane no quería caer en el derbi de Londres y pronto puso en aprietos a Cech. El portero del Arsenal se empleó a fondo tras un buen disparo del delantero, pero el Arsenal contestó con un ataque que acabó en un pase de la muerte de Bellerín que no encontró bota en la que impactar.
Tanto fue el cántaro a la fuente que al final terminó rompiéndose. Mustafi metió la cabeza para firmar un remate perfecto que se coló por el palo largo de Lloris, que vio cómo el cuero acaricaba su red. El agua fría de ese cántaro terminó calando en el Tottenham con el segundo de Alexis, que llegó tras una asistencia de Lacazette y un remate a bocajarro a un metro. El chileno, en modo 'killer'.
En la segunda parte fue más de lo mismo. El Arsenal siguió ocupando todos los espacios posibles y desarmando a un Pochettino al que no le salvaron ni los cambios. Fue Davies el que pudo acercar a los 'spurs' al marcador con un tremendo cabezazo, pero la mano salvadora de Cech evitó que el oxígeno llegara al Tottenham. Con Ozil ovacionado, Alexis e Iwobi tuvieron el tercero en sus botas.
Wenger fue el que gritó esta vez el jaque mate a un Pochettino que llegaba con la etiqueta de favorito a un derbi que se tiñió de rojo.