La UEFA instauró hace unos años el 'fair play financiero' para evitar que los clubes aprovecharan capital ajeno para invertir en unos jugadores que, económicamente no podrían mantener con los ingresos habituales de cada entidad.
Las primeras sanciones no tardaron en llegar. La más sonada fue la del Málaga, cuartofinalista de Champions que se quedó a un paso de las semifinales y que al año siguiente fue excluido de la Europa League por sus problemas económicos.
Si bien es cierto, la UEFA nunca se atrevió a sancionar a clubes de enjundia cuando sus movimientos se mantuvieron al límite de lo que se entendía por 'fair play finacieron'. Manchester City y el propio PSG recibieron avisos por parte del máximo organismo del fútbol europeo, pero nunca se llegó a extremos como los de excluir de la competición, como se vieron en otros casos de equipos menos influyentes.
Ahora, la UEFA sigue muy de cerca lo que ocurra con el posible traspaso de Neymar. Pagar 222 millones por un jugador sin tener la intención de vender a un sólo futbolista excede a las posibilidades de cualquier club, por muy grande que sea.
El PSG está tirando de ingeniería económica para que las cuentas salgan y todo cuadre, pero no será sencillo. Si los parisinos deciden acometer el fichaje más caro de la historia, este será revisado a fondo por la UEFA, que tras varios avisos y el trasfondo de corrupción que la ha ensombrecido durante estos años, no podría dejar impune un movimiento tan al margen del 'fair play financiero' estipulado.
Queda por ver la actitud que toma el PSG y si la UEFA mantendría el pulso llegado el caso en el que se demostrara que los parisinos actuaron fuera de la normativa económica. Lo cierto es que si aún no hay acuerdo es porque las cifras están por encima de todo lo que se ha visto hasta la fecha.
Lo que si generaría un terremoto de tremendas dimensiones sería el hecho de que el PSG apostara por Neymar y ambos se quedaran sin jugar la Champions por sanción. Una posibilidad real en lo teórico, pero muy complicada en la práctica por el contexto futbolístico y económico que impone la competición más importante del mundo.