Gremio, finalista de la Copa Libertadores y a diez puntos de Corinthians, mantenía una remota esperanza para ganar el Campeonato: necesitaba ganar sus cuatro partidos y esperar que Corinthians, como máximo, lograra un único empate en las últimas cuatro jornadas.
También se quedó sin opciones Palmeiras, tercer clasificado y vigente campeón del torneo, que necesitaba ganar sus cuatro partidos, esperar cuatro derrotas seguidas de Corinthians y al menos un tropiezo del Gremio.