Marcelo ya sabe que su patada a Lerma le va a costar dos partidos. Este es el castigo que ha impuesto el Comité de Competición al brasileño del Real Madrid.
El mencionado organismo ha aplicado el artículo 123 relativo a la violencia en el juego: "Producirse de manera violenta con ocasión del juego o como consecuencia directa de algún lance del mismo, siempre que la acción origine riesgo, pero no se produzcan consecuencias dañosas o lesivas, se sancionará con suspensión de uno a tres partidos o por tiempo de hasta un mes".
Además se ha tenido en cuenta también el 114, que habla del motivo del castigo de dos partidos: "En aquellos casos en que la expulsión del terreno de juego se deba a situaciones en que el futbolista no hubiera tenido posibilidad de disputar el balón, la suspensión será de al menos, dos partidos".
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— RFEF (@rfef) 13 de septiembre de 2017
El acta de Hernández Hernández, colegiado del encuentro entre el Madrid y el Levante, fue clara: "Marcelo fue expulsado por el siguiente motivo: dar una patada a un adversario en la espalda, no estando el balón a distancia de ser jugado".
El castigo podría haber sido peor para el brasileño si el Comité hubiera considerado la acción que le costó la expulsión ante el Levante como una agresión, ya que en ese caso la sanción mínima es de cuatro partidos.