En la Ciudad Eterna no hubo milagro para un Atlético que tampoco fue capaz de hacer su trabajo en Londres. La Roma no perdonó en casa y estará, como primera de grupo además, en el sorteo de los octavos de final de la Champions.
El Qarabag fue a Roma a parapetarse. Como los clérigos que se enfrentaban a vikingos con un crucifijo y su fe como único escudo, se enfrentaron al equipo de Di Francesco con orden y un reloj descontando minutos a su favor.
Los primeros 45 pasaron volando, con la Roma empezando a agobiarse, pero con el continuo olor a sangre que destilaba la defensa del conjunto azerí. Las actuaciones de su guardameta bien le habrán valido un contrato mejor para la próxima temporada en un equipo de una Liga interesante.
Aguantaba el Qarabag y empujaba la Roma. El hilo con Londres se rompió tras un palo de Filipe que enmudeció a todo el que estaba más pendiente de la radio en la grada del Olímpico. Como si reaccionara del susto, Perotti empujó a la red un despeje provocado por Dzeko.
El gol de Saúl llegaba tarde y sólo dio para un par de sustos de Míchel ante una Roma que fue incapaz de hacerle el segundo a un Qarabag dignísimo en esta Champions. Coqueteó con el desastre pese al apabullante dominio en la posesión, pero las noticias que llegaban desde Londres eran más tranquilizadoras.
El miedo al error gobernó los minutos finales, más pendientes casi del segundo del Chelsea que de otra cosa. No llegó y la Roma pasó como primera de grupo. El Atlético se quedó sin su milagro y la Champions vivirá sus primeros cruces sin el temido Simeone.