Nada ha cambiado. Con el conflicto catalán más caliente que nunca, Piqué parecía haber calmado los ánimos de la afición de 'la Roja' en su reciente comparecencia ante los medios, pero la rotación que lleva España por las capitales de provincia española no le hace ningún bien.
En La Rosaleda, Piqué fue el centro de las iras de los aficionados malagueños cuando la megafonía repasó el nombre de los once protagonistas del choque.
Su mala acogida contrastó con los fervientes aplausos a Sergio Ramos de un público que se iba calentando y que estalló cuando el 'speaker' nombró a Isco Alarcón. Y es que el jugador del Real Madrid es un dios en su tierra y su afición se lo quiso reconocer de la mejor manera, sin colores de por medio.
Otro que se llevó un gran recibimiento del público de Málaga fue Marco Asensio, una de las grandes promesas del fútbol español, que fue jaleado cuando fue nombrado entre los suplentes.