Cantera y Messi. Esos fueron los argumentos de un buen Barça para olvidar la Supercopa y empezar la Liga con triunfo y las pilas cargadas. Los azulgranas comenzaron la mutación hacia las ideas de Valverde, algo más defensivas que el clásico 4-3-3 azulgana, y les sentó bastante bien, pues recuperaron la gran imagen de otros años.
No dieron apenas opciones atrás al Betis y volvieron a encontrarse con el mejor Messi. El argentino cuajó un partido excelente, pero el gol se le negó hasta en tres ocasiones, las mismas que el atacante se estrelló con el palo a lo largo de todo el choque.
Junto a él, el Camp Nou presenció el esperado paso adelante de Deulofeu y Semedo, que quisieron unirse al gran momento que vive Sergi Roberto y fueron de lo mejorcito del Barcelona.
Sin prisa por el gol.
El primer tanto lo maduró bastante el Barcelona. Llegó tras una rápida recuperación y asistencia de Messi a Deulofeu, que se la intentó devolver al argentino. Su centro lo rozó Tosca lo junto para evitar el remate de Messi, pero también para despistar a Adán, que no pudo hacer nada para evitar el tanto.
El gol reforzó la idea de Valverde y el Barcelona se sintió en terreno seguro, matando el choque en cuanto tuvo opción. La sentencia llegó tras una milagrosa recuperación de Mascherano ante Sergio León. El argentino arriesgó y le quitó el balón en pleno punto de penalti al atacante bético, Ter Stegen lanzó la contra y, en el área contraria, Deulofeu le comió la tostada a Tosca y le regaló el 2-0 a Sergi Roberto.
La segunda mitad prácticamente no existió y de ella apenas se pueden rescatar las buenas galopadas de un sorprendente Nelson Semedo por banda y los constantes intentos de Messi por estrenarse en esta Liga.
El Barcelona, a diferencia de pasadas campañas, no sufrió en defensa y, si bien no goleó, dejó una gran imagen en el estreno. Todo lo contrario que un Betis del que se espera mucho más y en el que Setién tiene mucho trabajo por hacer.