La más llamativa fue la sala de prensa, que desde el inicio del encuentro estuvo inundada. Contratiempo para los profesionales de los medios de comunicación.
Mientras la sala de prensa hacía aguas, algunas paredes estaban por pintar, por los suelos se veían cables de electricidad...
Los accesos aún son mejorables. Parte del suelo que conduce a las escaleras no está asfaltado y los aficionados tuvieron que caminar sobre la arena.
Durante el encuentro, varias de las pantallas se apagaron, aunque recuperaron la conexión minutos después dos de los tres panales instalados en las gradas.
El césped sí presentó buen aspecto, aunque algunas partes se levantaron con el paso de los minutos. En definitiva, el Wanda Metropolitano aún necesita mejoras para ofrecer su mejor versión.