El conjunto capitolino, que se presentó en el Marc'Antonio Bentegodi con la oportunidad de colocarse a tres puntos del Inter, actual líder, se topó con la imprecisión y con el guardameta rival, al que no hubo manera de batir.
El partido tuvo poca historia. Hubo mucha batalla en el centro del campo y no demasiados acercamientos con peligro a las áreas rivales, pero los dos que tuvo la Roma los salvó Sorrentini de manera excepcional.
Primero, el portero del Chievo, con una doble intervención, despejó un remate de espuela y, un segundo después, cuando todavía estaba en el suelo, el disparo provocado por el rechace.
Pero la parte principal del 'show' de Sorrentino llegó cuando sólo quedaban 8 minutos para el final, cuando, venciéndose a su izquierda, sacó su pierna derecha para despejar un disparo de Schick a media altura. Y eso hizo que la Roma se diera casi por vencida.
El punto no benefició ni a uno ni a otro, pero el Chievo, en la zona media de la tabla, puede dar las gracias por conseguir un punto ante una Roma que nunca dejó de atacar. El conjunto capitolino, por su parte, queda a cinco puntos del líder, el Inter.