Thiago Motta ha puesto punto y final. El brasileño dice adiós tras más de media vida dedicada plenamente al fútbol, después de seis temporadas defendiendo la camiseta del París Saint-Germain.
Casi dos décadas de carrera profesional de uno de los jugadores más importantes de Brasil, que fue homenajeado por toda su afición y compañeros en el encuentro del pasado sábado entre los parisinos y el Rennes.
Se acaba así el fútbol profesional para un Motta que comenzó hace ya 18 años en el Barcelona B, equipo al que llegó con tan solo 17 añitos. Dos después, dio el gran salto al primer equipo azulgrana, hasta que con 25 aterrizó en el Vicente Calderón de la mano del Atlético de Madrid.
Su paso por el equipo rojiblanco fue más que modesto, lo que propició que volviera a cambiar de equipo, esta vez, hacia Italia. El Genoa le ofreció un hueco, volviendo a recuperar su ritmo sobre el terreno de juego.
A los directivos del Inter les gustó lo que vieron sus ojos y no dudaron en hacerse con la calidad de Motta en la temporada 2009-10. Dos cursos y medio militando en Milán, destacando en el centro del campo, disfrutando del fútbol en uno de sus mejores momentos de su carrera como jugador profesional.
Y entonces llegó el PSG
Hasta que aparecieron los parisinos. En mitad de la temporada 2011-12, el París Saint-Germain se llevó la calidad del brasileño a la ciudad del amor, donde se quedaría hasta exprimir todo su potencial, hasta cumplir los 35, hasta poner punto y final a su carrera.
19 títulos en seis temporadas y media se lleva Motta bajo el brazo, 228 partidos con la parisina sobre sus hombros, diez goles y quince asistencias. Se marcha con dos Champions League, dos Ligas Españolas, una Liga Italiana, un Mundial de Clubes y dos Supercopas de España. Con 573 partidos oficiales jugados, 49 goles y 17 asistencias.
Se marcha un grande de Brasil, estrella en España, Italia y Francia, tras escribir su nombre en la historia del fútbol mundial.