El fútbol es una noria. Unos días estás arriba y otros abajo, o viceversa. Así lo ha podido vivir en tan sólo unos días Diego Ribas, que casi fue agredido en la llegada del 'Fla' a Fortaleza para medirse al Ceará.
El equipo dio la cara y se llevó el triunfo gracias a dos goles iniciales de Vinícius Júnior y otro del propio Diego. El centrocampista remató de cabeza al fondo de las mallas un córner para poner la sentencia.
Fue entonces cuando el jugador se cruzó todo el campo para fundirse en un abrazo con su afición. La hinchada lo acogió, en medio de la locura, con los brazos abiertos. Nada como un gol para una reconciliación.
30 de abril de 2018