Pavlyuchenko es miembro de aquella magnífica hornada de futbolistas rusos que, en 2008, compitió con la mejor España de la historia por un hueco en la final de la Eurocopa. De aquel delantero queda poco, sólo el recuerdo del que pudo haber sido y se quedó en el intento.
Ahora, con 35 años a sus espaldas, Pavlyuchenko fue seducido por los millones del Ararat, un equipo ruso que ha aparecido de la nada y que amenaza, talonario mediante, con hacerse un hueco entre los 'jefes' del fútbol ruso.
Lejos quedan los 18 millones de euros que el Tottenham pagó por aquella 'torre' que lideró junto a Arshavin la Rusia de Hiddink. En Inglaterra no se adaptó y salió por la puerta de atrás después de 21 goles en 73 apariciones.
Ya en la actualidad, el Ararat y el Torpedo de Moscú se vieron las caras en el partido grande de Tercera. Primero y segundo brindaron goles al respetable, colocándose el Torpedo 0-2 en 31 minutos.
Ahí apareció Pavlyuchenko, al que algo le queda en la recámara, para acortar distancias y terminar remontando la contienda en el 57. El mismo hombre que hace pocos años se codeaba con las estrellas del fútbol europeo.