Del penalti de Grosso al Apocalipsis

Lo único que quedaba de la Italia campeona del mundo en aquel 2006 mágico para el país transalpino desapareció entre las lágrimas de Buffon y las despedidas de estrellas como De Rossi.

Hace 11 años, Italia levantó por cuarta vez en su historia la Copa del Mundo, pero después de que la magia embriagara a más de 60 millones de personas, la 'Azzurra' no ha levantado cabeza.

El penalti de Grosso que hizo sucumbir a la Francia de Zidane en el 'stage' definitivo del Mundial de Alemania fue la última alegría de una Italia gafada desde entonces. 

La primera decepción llegó en Sudáfrica. Italia, estrenando su cuarta estrella en una Copa del Mundo, no llegó ni a octavos de final. Se atascó en una fase de grupos en la que luchó contra Eslovaquia, Paraguay y Nueva Zelanda. Tres selecciones, sobre el papel, con mucho menos potencial que la italiana, que quedó última de grupo.

En Brasil 2014 la suerte de Italia fue casi idéntica. No acabó última de grupo, pero tampoco alcanzó los octavos, quedándose en primera fase al ser superada en puntos por Uruguay y una Costa Rica que dio la campanada. Una nueva decepción que sólo era un aviso de lo que estaba por venir.

Y este 2018, Italia ni siquiera estará entre los 32 equipos que lucharán por el cetro mundial. La derrota en la ida de la repesca ante Suecia y el empate de la vuelta trajeron consigo el verdadero apocalipsis. La 'Azzurra' no estará en Rusia después de 60 años clasificándose al Mundial y, para mayor disgusto italiano, leyendas como Buffon, De Rossi, Barzagli y Chiellini se despidieron para siempre del fútbol internacional.