Estas son algunas de las claves que explicarían la mala situación por la que atraviesa el equipo gallego:
1- Misma sensación de fragilidad, menos goles en contra.
El Deportivo ha reducido los goles en contra desde la llegada de Clarence Seedorf y ha perdido por la mínima los dos encuentros con el técnico holandés, ante el Betis (0-1) y frente al Alavés (1-0). El equipo había encajado 14 goles en los tres partidos anteriores: 7-1 con el Real Madrid, 2-2 con el Levante y 5-0 con la Real Sociedad.
A pesar de recibir menos, sigue dando síntomas de fragilidad defensiva. Los rivales conocen los problemas del equipo en la línea de retaguardia y en la portería. Munir probó a Rubén Martínez el pasado sábado en Mendizorroza porque le animaron a disparar a puerta, según explicó tras el partido.
El Deportivo es el que más goles recibe desde fuera del área y Rubén, uno de los cuatro porteros que han jugado esta temporada, ha sido protagonista de varios errores. El de Munir fue un golazo, aunque el portero estaba algo adelantado.
2- Sin goles a favor.
El equipo encaja menos, pero no marca. Con Seedorf aún no ha visto portería y, unido al anterior partido de la temporada, ante la Real Sociedad, ya lleva tres encuentros seguidos sin celebrar goles.
Y eso que en sus alineaciones ha contado con los tres delanteros de la plantilla (Florin Andone, Lucas Pérez y Adrián López) y les ha acompañado con otro jugador ofensivo (Bakkali).
Ante el Betis, el Deportivo cedió el balón, pero generó ocasiones; frente al Alavés firmó sus mejores minutos cuando propuso fútbol en la primera parte, pero en la segunda, tras el gol de los vitorianos, no se levantó y acabó el partido sin disparar a portería (tuvo un lanzamiento al poste).
3- Cadena de errores.
Pepe Mel empezó la temporada como técnico después de haber conseguido la permanencia el curso anterior y a pesar de la falta de sintonía con la dirección deportiva. La plantilla tenía posiciones en los que se percibían problemas antes de que se cerrara el mercado de verano, como la portería, y que no se solventaron.
Cuando Mel fue destituido se apostó por el del filial, Cristóbal Parralo, que tenía nueve partidos como experiencia en el fútbol profesional. En Navidad, el director deportivo, Richard Barral, abogó por un nuevo cambio de entrenador y no se le concedió, lo que propició su salida.
El presidente, Tino Fernández, reforzó entonces al entrenador, pero un mes después le destituyó por los resultados y contrató a otro técnico, Clarence Seedorf.
4- Inestabilidad en el banquillo.
Seedorf es el tercer entrenador de la temporada. No funcionó el equipo con Pepe Mel, aunque estaba fuera de las posiciones de descenso, no mejoró con Cristóbal Parralo y no ha empezado con buen pie la etapa del holandés, con dos derrotas consecutivas.
El fichaje del holandés sembró muchas dudas por su falta de experiencia como técnico ya que solo había dirigido media temporada al Milán y unos meses en la segunda división china. Era, además, la tercera opción del Deportivo, que primero intentó fichar a los uruguayos Martín Lasarte y Diego Alonso.
5- El rendimiento de los jugadores.
A nivel individual, todos los futbolistas de la plantilla han rendido por debajo de lo esperado. Se esperaba mucho más de un equipo que por calidad estaba llamado a dar un salto y firmar una temporada tranquila, pero que no ha estado a la altura. A nivel colectivo, el Deportivo tampoco ha funcionado.
6- Dinámica perdedora.
Ya van nueve partidos sin ganar y el Deportivo no da señales de poder reaccionar, aunque mantiene la esperanza por los traspiés de sus rivales directos en la lucha por la permanencia. La última victoria la logró en la decimoquinta jornada ante el Leganés (1-0). Han pasado más de dos meses desde entonces.
7- Mala suerte.
La fortuna tampoco acompaña al Deportivo en ataque. Ante el Betis disparó dos veces a la madera y frente al Alavés también estrelló un balón al poste, aunque los vitorianos también tuvieron dos veces esa misma suerte.
8- El mercado.
Los movimientos del Deportivo en el mercado no han servido para solucionar sus males después de haber prescindido del director deportivo cuando el plazo para incorporar jugadores acababa de empezar.
Necesitaba con urgencia un portero y el que llegó, el ucraniano Maksym Koval, aún no ha debutado.
Buscaba un centrocampista defensivo, y no llegó dentro de los 31 días de plazo para fichar. Dejó una ficha libre para poder incorporar a algún jugador sin equipo y ha traído a prueba a Sulley Muntari, que no ha tenido minutos desde la temporada pasada.
Sí llegó un centrocampista, pero no defensivo, Krohn-Dehli, que ha sido titular y no ha ayudado a sacar al equipo adelante.
Reforzó el lateral derecho con Eneko Bóveda, pero solo ha tenido un partido en esa demarcación; los dos últimos los ha jugado como central izquierdo.
9- El hastío de la afición.
El rendimiento del equipo en el campo y las decisiones que ha tomado el Consejo de Administración han propiciado el hastío de la afición, que sigue acudiendo en masa al estadio Abanca-Riazor y le acompaña en sus desplazamientos (medio millar de seguidores le arroparon en Mendizorroza). Los aficionados silban al equipo y sacan pañuelos.
10- Fractura social.
Se ha reabierto una fractura social: deportivistas que respaldan la gestión del actual presidente, Tino Fernández, y los que echan de menos al anterior, Augusto César Lendoiro, mientras el Deportivo se asoma al abismo en la clasificación de Primera División.