El 0-2 final es engañoso. Si termina 1-3 o 2-6, no pasa nada. El Villarreal disfrutó de una miríada de ocasiones de gol, pero apenas atinó. Las Palmas colaboró con sus incontables fallos atrás. Finalmente, Sansone puso algo de justicia de forma extemporánea.
Si el Villarreal fue una escopeta de feria en ataque, Las Palmas lo fue en defensa. Ello derivó en un correcalles continuo, la mayoría de idas hacia la portería de un Chichizola que pudo respirar con la ineficacia de Bacca, Raba, Fornals y compañía.
Se le recordará a Bacca por las dos ocasiones que pudo marcar con el portero ya vencido. De Cardeñosa a Abreu, de Abreu a Bacca. El colombiano marcó, pero ante un rival de entidad o un escenario de mayor presión podría haber pagado caro su poco acierto.
Aguirregaray regaló a Raba la primera ocasión en el minuto 2 y el Villarreal le puso el sello a la pelota. Asenjo, en el 19', abortó una vuelta volea de Calleri. Las Palmas se quitó el corsé, y el Villarreal apenas necesitó enviar balones a la espalda de los centrales para generar peligro.
Bacca pudo hacer el primero en varias contras en la primera mitad. Se disolvió cada vez que llegó a la frontal. Hubo que esperar al 67' para asistir al primero. Paradójicamente, metió la menos franca que tuvo. Cinco minutos después, pudo sumar un 'hat trick'. Dos veces se estrelló sin portero contra el lateral de la red.
El tanto de Bacca prácticamente abrochó el partido. Las Palmas ganó en empaque con Momo en el campo, pero evidenció sus problemas defensivos y su fragilidad con cada transición del Villarreal. Aun así, una mala salida de Asenjo pudo derivar en empate... y finalmente lo que llegó fue la sentencia de Sansone previo penalti y expulsión de Gálvez.
El Villarreal sigue en la pelea por Europa al sumar 44 puntos, mientras que Las Palmas continúa en la antepenúltima posición con 20.