Aunque la salida del guardameta rumbo a la capital de España se ha enfriado, tiene visos de continuar en verano, por lo que el cuadro rojiblanco no ha dudado en prevenir.
Ante este temor, Urrutia se apresuró a renovar a Iago Herrerín hasta 2021, mejorándole el sueldo a la par del aumento de su cláusula de rescisión a 50 millones de euros.
Cedido la pasada temporada en el Leganés, el guardameta bilbaíno regresó a Lezama con el objetivo de hacerse un hueco en Primera con la elástica rojiblanca.
Asimismo, las dudas en torno a la continuidad de Kepa y su posterior lesión, le han brindado una oportunidad que no ha desprovechado, erigiéndose como un sustituto de garantías.
Herrerín se ha mantenido imbatido en Liga en los cuatro partidos que ha tenido que suplir a Kepa, tres de ellos los tres últimos de despegue rojiblanco en la tabla clasificatoria.