No pudo ser. El Alavés no pudo repetir su extraordinario triunfo de la pasada campaña en el Camp Nou, pese a que soñó con él durante más de una hora. Los vitorianos se adelantaron por mediación de Guidetti y merecieron más ante un Barcelona con el freno de mano echado y al que no le funcionaron las rotaciones. En la segunda mitad, Messi, Suárez y los suyos se tuvieron que poner el mono de trabajo y remontaron.
La pesadez del mes de enero empieza a hacer mella en el sólido líder. Los 'culés' ya perdieron el invicto desde la Supercopa ante el Espanyol y, apenas diez días después del partido de Cornellà, estuvieron cerca de tropezar por primera vez también en esta Liga 2018-19.
Abelardo se leyó bien la receta del éxito de Pellegrino y repitió la puesta en escena del argentino ante el Barcelona. El Alavés mandó a su manera en la primera parte pues, aunque el Barça tuvo el balón, fueron los vitorianos los que controlaron el choque. Incluso tiraron más que los de Valverde en un primer acto en el que el Barcelona acusó el cansancio del choque copero de manera evidente.
Suspenso para Semedo y Digne.
Tampoco ayudaron esta vez las siempre acertadas rotaciones del 'Txingurri'. El técnico apostó por dar descanso a Sergi Roberto y Jordi Alba y la apuesta salió rana. Tampoco Messi tuvo su mejor día. El argentino perdió un balón en el centro del campo e Ibai imaginó el fantástico desmarque de Guidetti. El sueco, con mucha suerte, no perdonó y puso un sorprendente 0-1 en el marcador.
Quedaba mucho por delante, pero la reacción local no se produjo hasta la segunda parte a excepción de una falta lanzada por Messi que desviaron entre el palo y Pacheco. En cambio, tanto Ibai como Sobrino, que se topó con Ter Stegen, juguetearon con un Barça en el que Umtiti era un manojo de nervios y demostró que todavía no está en plena forma.
Se esperaba una reacción inmediata tras el descanso, pero lo cierto es que el Barcelona no se volcó sobre la portería de Pacheco hasta que Valverde decidió sentar a Digne y Semedo. No fueron ni Sergi Roberto, ni Jordi Alba los encargados de darle la vuelta al partido, aunque el Barcelona sí que aprovechó su entrada para volcar el juego por ambas bandas y el equipo lo notó
Remontada y polémica.
Reemplazado un desdibujado Coutinho por un Paco Alcácer que acabaría siendo decisivo, el Barça ya se sentía más cómodo y reconocible. Una gran acción de Iniesta la culminó Luis Suárez con una volea en el segundo palo que rozó en Piqué y que se coló en la portería de Pacheco sin que la defensa del Alavés pudiera hacer nada para evitar el tanto.
Quedaba poco tiempo por delante, pero una eternidad para un Alavés que ya estaba con la luz de reserva encendida. Las llegadas del Barcelona se sucedían y el gol era cuestión de tiempo, aunque terminó por llegar de la manera más inesperada, en un lanzamiento de falta que nunca debió existir por fuera de juego de Alcácer. Wakaso derribó al delantero valenciano y Messi no perdonó, poniendo el esférico esta vez lejos del alcance de Pacheco con un golpeo preciso.
De ahí al final pudo pasar de todo, pues Messi pudo hacer el 3-1, pero el Alavés también reclamó con poco éxito a Iglesias Villanueva un penalti por mano de Umtiti a remate de Munir. Los vitorianos estuvieron cerca de repetir un triunfo histórico, pero este Barça demostró que también está hecho para trabajar cuando el viento no sopla a favor.