Amen de un lejano enfrentamiento en la extinta Copa de Ferias, en las semifinales de la temporada 1965-66, el Barcelona y el Chelsea han cimentado su rivalidad en la Champions en las últimas dos décadas. Y en ese tiempo, los azulgranas han alternado actuaciones para enmarcar en Londres con otras en las que regresaron a la Ciudad Condal con el rabo entre las piernas.
Todo empezó en la Champions League de la temporada 1999-2000. El Barcelona de los Figo, Rivaldo, De Boer, Kluivert... y de unos jovencísimos Xavi y Puyol cayó por 3-1 ante un Chelsea que no era lo que es hoy, pero que comenzaba a exhibir su chequera para atraer a grandes de Europa como Deschamps, Zola, Desailly o un entonces cotizado Tore André Flo.
Sería precisamente el gigantón noruego quien edificara un resultado excepcional para los 'blues' con un doblete, aunque el héroe de aquel choque fue un Gianfranco Zola que marcó un tanto y volvió loca a la zaga 'culé'. Por suerte para el Barcelona, un tanto de Figo dio alas para la vuelta y el Barcelona remontó en uno de los partidos más impresionantes de la historia de la Champions (5-1).
Tardarían un puñado de años en volver a verse las caras. Y el Barça ya no era el mismo. Figo había huido por la puerta de atrás y Rivaldo había dejado su liderazgo a un Ronaldinho que comenzaba a hacerse con el trono del fútbol mundial. A los 'culés' no les fue mucho mejor en Stamford Bridge tras el 3-1 de la ida en el Camp Nou, con un Maxi López en plan salvador.
Mourinho diseñó un partido loco y el Chelsea ganaba 3-0 en apenas 20 minutos, pero el Barcelona resurgiría de sus cenizas y al descanso tendría la eliminatoria en la mano (3-2) gracias a un tanto de penalti de Ronaldinho y a uno de los mejores goles de la carrera del astro brasileño. En la segunda parte, en cualquier caso, el plan del Barcelona se vendría abajo y un gol de Terry a cuarto de hora del final tras clara falta en ataque apartaría al Barcelona de los cuartos de final de la Champions League en su regreso a la competición.
La suerte quiso que Chelsea y Barça tuvieran la revancha sólo un año más tarde y ahí el equipo de Rijkaard sí que no dio opción a los 'blues'. El primer partido de la serie, en Londres, fue el del famoso marcaje de Asier Del Horno a Leo Messi. El entonces internacional español fue expulsado por su violencia y el Barcelona pudo imponerse por 1-2 gracias a los goles de Terry en propia puerta y Eto'o, que remontó el de Motta en propia portería para el Chelsea. En la vuelta, con un empate a un tanto, el Barcelona certificaría el pase a los cuartos de final.
Y si en la 2005-06 tocó la de cal, en la 2006-07 llegaría la de arena. Barcelona y Chelsea fueron emparejados por tercer año consecutivo en Champions League, esta vez en la fase de grupos. El equipo londinense manejó a su antojo el choque y un gol de Drogba terminaría por quedarse corto ante un Barcelona que tampoco fue capaz de ganar en el Camp Nou y que pasaría como segundo de grupo a los octavos de final.
Tras un año de descanso, las semifinales de la temporada 2008-09 propiciaron un reencuentro entre el subcampeón de Europa (Chelsea) y el incipiente Barcelona de Guardiola. El 0-0 de la ida lo dejaba todo abierto de cara al choque de Stamford Bridge. También, como ahora, los azulgranas parecían ser claros favoritos, pero el choque se le complicó al Barcelona por una injusta expulsión a Eric Abidal, ya con 1-0 para el Chelsea en el marcador.
Polémica aparte -unos hablan de hasta seis penaltis, otros dicen que pudo haber uno o dos-, Iniesta silenció Stamford Bridge en el tiempo añadido y mandó al Barcelona a la final, en la que se impondría al Manchester United en el camino al 'sextete'.
La última vez que se han visto las caras, en la 2011-12, volvió a ser más positiva para los 'blues' que para los 'culés'. De nuevo Drogba dejaría al Barcelona con las ganas en un partido en el que, esta vez sí, el Barça de Guardiola tuvo el control y dominó, pero perdonó demasiado. Lo acabaría pagando en la vuelta, en la que, con un 2-2 y un penalti fallado por Messi con 2-1 en el marcador, serían los londinenses los que certificarían el pase a la final.
Casi seis años después, Barcelona y Chelsea vuelven a verse las caras y retomarán uno de los duelos más vibrantes de la pasada década en Europa, parado porque, casualidades del destino, ninguno ha terminado de rendir en Europa como le gustaría a excepción del Barça triunfal de la 2014-15.