David pudo contra Goliat. Sólo un gol valió, un tanto del popular Will Grigg, para echar por la borda todo el trabajo del 'Pep Team' durante 90 minutos. Ni el 83% de posesión que tuvieron les valió a los 'citizens' para pasar de ronda.
El partido estuvo condicionado por la expulsión de Fabian Delph segundos antes del final de la primera mitad. Todo esto le llega al City a unos días de disputar la final de Copa de la Liga frente al Arsenal.
Quien mire las estadísticas no se lo creerá. 26 disparos del equipo de Mánchester por 4 del Wigan. 15 saques de esquina de los de Pep y ninguno del modesto equipo de League One. Pero además superar al Wigan en disparos y córners, también le aventajó en mala suerte y en desatino.
No reservó demasiado Pep, que le dio a la FA Cup toda la importancia que tenía. Salvo Ederson, De Bruyne y Walker, que se quedaron en el banquillo, todo lo que había en el once eran jugadores de garantías.
La roja que marcó el camino
Habían pasado 46 minutos. El descanso estaba muy cerca de llegar y Delph vendió al City. Le costaba mucho a los 'skyblues' penetrar en el área rival, pero su expulsión por una entrada a destiempo a Power condenaron al equipo de Pep a remar a contracorriente durante toda la segunda mitad. Si con 11 costó...
Con 10, más aún. Ni las entradas al campo de Walker y De Bruyne le dieron vida a un equipo al que le faltó chispa arriba y, sobre todo, acierto y puntería. No dejaron de buscar la puerta del equipo local, pero cada intento se quedaba en nada.
Y en una de las pocas que tuvo, el Wigan sí aprovechó. Will Griggs se puso 'on fire' y metio al modesto equipo de Tercera en cuartos de final, haciéndolo frente al que sin duda es el club del momento en Inglaterra. Acabaron con 17% de posesión y 200% de orgullo.