Llegó a Primera pisando fuerte. Le arrancó un empate al Atlético de Madrid en la primera jornada, en Montilivi. Un empate que bien pudo haber sido un triunfo, porque el Girona llegó a ir ganando 2-0.
Fue una declaración de intenciones, de lo que estaba por venir. Empató a cero en Leganés y ganó al Real Madrid en casa, como al Getafe.
También empató en la segunda vuelta contra el Atlético en el Wanda, y cerró su racha invicta con un triunfo contra el Leganés de nuevo en Montilivi.
Al Girona le toca visitar el Bernabéu, y cerrará el círculo visitando al Getafe en un mes. Por el momento, los de Machín están invictos contra los equipos de la capital. Una gran racha que permite al modesto club catalán soñar con jugar en Europa.