Dos puntos de los últimos nueve obligaba al Liverpool de Klopp a no fallar en Anfield ante el Huddersfield. Y no lo hizo, a pesar de que tuvo que resolver el choque en la segunda mitad con tres goles que corroboraron el dominio 'red'.
Anfield disfrutó de un equipo hambriento y que puso toda la intensidad que tenía, pero al que le volvió a faltar ideas en ataque. Mucha posesión, sí, pero la persiana sigue bajándose en los metros finales.
Pese a todo, el Liverpool mereció irse al descanso al menos con un gol. Lo tuvo en sus botas Salah desde el punto de penalti, pero Lossl adivinó la intención del egipcio en el minuto 41. Henderson cazó el rebote, aunque su disparo terminó en el poste.
Todo se dinamitó con el paso por vestuarios. Sturridge se aprovechó de un error defensivo de Smith y no perdonó en el mano a mano. El Liverpool comenzó a disfrutar y en el 58 Firmino cabeceaba a la red un servicio de esquina de Milner.
Faltaba la sentencia, firmada por Wijnaldum en el 75 con un derechazo imparable. Una victoria necesaria para un Liverpool que vuelve a mirar hacia arriba desde la sexta plaza provisional.