El pasado 21 de enero comenzó la segunda vuelta. Y ahí empezó también la dictadura del gol del portugués: 18 goles en nueve partidos desde entonces lo dejan bien claro.
Cuatro contra el Girona en el último precedente, un triplete ante la Real Sociedad, dobletes ante Dépor, Valencia y Alavés, Getafe y Eibar, y 'sólo' uno gol frente al Betis componen su arrollador rendimiento en 2018.
Ello ha cristalizado en 25 puntos, uno más que el Barcelona y tres más que el Atlético de Madrid, los tres equipos de la competición que más han sumado en esta segunda vuelta.
En la primera parte de la competición, el Real Madrid pagó muy cara la crisis anotadora de su estrella. Cumplido un tercio de Liga, Cristiano Ronaldo únicamente había anotado un tanto.
Con 35 puntos, el equipo de Zidane era cuarto, a 16 puntos del líder y sin opciones de pelear por la Liga.
En clave Cristiano, la transformación se nota mucho más: antes precisaba de 55 disparos para marcar, ahora mete uno de cada tres.
Y aunque en el Real Madrid hay un pléyade de estrellas, queda clara la dependencia del portugués: si él marca, el madridismo es más feliz.