Cuando Ernesto Valverde decidió retirar a Iniesta en el minuto 87 de la final de Copa, el Wanda Metropolitano al unísono se puso en pie para despedir al manchego. El fútbol sin asteriscos despidió con honores a una leyenda, el germen de un Barca inigualable y de una Selección Española que encadenó tres títulos, un Mundial y dos Eurocopas, de forma consecutiva.
Iniesta es el hombre del gol de todos los españoles, el del Soccer City de Sudáfrica; es también el del 'empeinazo' a la escuadra de Cech que dio paso al Barça de los seis títulos. El del primer paso letal, el de la 'croqueta', el del futbolista que juega con la elegancia de los mejores bailarines.
Por ello y mucho más, cuando su decisión de abandonar el Barcelona parece a punto de precipitarse, aparece la duda de si Iniesta merece ser denominado el mejor jugador español de todos los tiempos. Lo que está claro es que jamás en la historia hubo alguien que aunara tanto cariño de lado a lado del país. Del Bernabéu al Camp Nou, en todos los rincones de España se ha ido ovacionado.
Protagonista de una generación única
31 títulos alimentan una carrera superlativa, siempre con el escudo del Barça en su pecho. En el club de sus amores coincidió durante muchos años con Xavi Hernández, el cerebro de la España campeona y del Barça de Guardiola. Para muchos, el mejor de todos los tiempos. Iniesta y Xavi, qué dupla.
Pero hay más, porque los habrá que señalen a mitos como Raúl González, que a pesar de tirar del carro durante muchos años jamás pudo levantar un título. Sí que lo hizo Carlos Puyol, todo corazón y también presente en los mejores momentos de la Selección Española. Casillas, el guardián de 'la Roja', merece un hueco en las quinielas.
Gento, Luis Suárez, Amancio...
Eso en cuanto a la época más reciente, pero el fútbol español (menos exitoso, qué duda cabe) también tuvo iconos varias décadas atrás. Cómo olvidar, por ejemplo, a Luis Suárez; quien todavía en 2018 guarda el gran honor de ser el único Balón de Oro español de todos los tiempos.
Gento, Zarra, Amancio... los más antiguos del lugar a buen seguro tendrán una ristra de nombres de los que tirar, entre los que no puede faltar Iniesta. Don Andrés. El hombre tímido que siempre fue un demonio con el balón en los pies. El jugador que hizo llorar de emoción a un país como jamás había ocurrido. Eterno.