El Sevilla se plantaba en el Santiago Bernabéu un frío 23 de enero para intentar doblegar al vigente campeón de Europa y que sería considerado más tarde como uno de los mejores equipos de la historia. Y lo terminó pasando mal.
Fue Alfredo Di Stéfano el que abrió el camino a la victoria para los blancos que, dirigidos por Luis Antonio Carniglia, pasaron por encima del conjunto andaluz, que no pudo hacer más que rendirse a la evidente superioridad del rival.
La 'Saeta Rubia' marcó cuatro tantos, Kopa otros dos y Gento y Marsal se repartieron el festín que fue aquel Sevilla. En el partido de ida, el Sevilla rozó la victoria tras marcar dos goles en la primera mitad, pero el Madrid apretó en la segunda y Pereda hizo los dos tantos del empate.
Ahora, muchos años después, el destino puede unir los caminos de nuevo de Real Madrid y Sevilla en la máxima competición continental.