Gareth Bale, a pesar de dar una asistencia a Cristiano Ronaldo, volvió a ser una sombra del jugador que fue y debe ser para este Madrid. Zidane le dio descanso en el 80, lo que hizo dividir a la afición blanca... pero no a sus compañeros.
Porque el resto de los jugadores del Madrid, al ver el dorsal '11' en la tabla de sustituciones, tomaron la decisión de aplaudir al galés. Trataban así de evitar una sonora pitada del Bernabéu, algo que consiguieron a medias ya que sí que se escucharon silbidos en la grada.
La plantilla trató de animar a la afición a cambiar los pitos por aplausos y, una vez concluido el encuentro, tanto Zidane como Toni Kroos defendieron la figura de Bale.
"No es bueno pitar a nuestros jugadores y nadie merece eso, pero sabemos que esto es el Madrid. Pero todos no podemos dar siempre lo mejor en cada partido", reflexionó el centrocampista alemán.