Pogba ha tenido una temporada e incluso Mourinho le relegó al banquillo, algo que provocó tensión entre ambos, aunque ya han enterrado el hacha de guerra.
El francés reconoció que tenía problemas y que la culpa no era del técnico: "Hubo veces en las que no jugaba. Estaba en el banquillo y se ha hablado mucho de ello. La gente piensa que estuvo mal pero el entrenador y el jugador no tienen por qué ser los mejores amigos".
"No están obligados a ir al mismo restaurante. Yo tenía algunos problemas. Es una cuestión mental", admitió.
Pogba respalda a Mourinho, a quien le agradece el brazalete de capitán que ha lucido algunos partidos este curso: "Él me puso en el banquillo, yo respondí en el campo. Doy el máximo de mí cada vez. Me hizo crecer en liderazgo".
"He llevado el brazalete con Mourinho por primera vez en un club. Es importante para mí, me hace madurar para ser un líder en la selección de Francia", añadió.
A pesar de ello, el centrocampista no aseguró su continuidad en el Manchester United: "¿Si sigo en el Manchester United? Contractualmente sí, pero nunca puedes estar seguro de nada".
Preguntado por si el PSG podría ser su destino al término del Mundial, Pogba no dudó: "¿Ir al Parque de los Príncipes? Con un club seguro que no. Sinceramente, no me atrae".
"Me crié aquí. Mi padre y mi madre eran seguidores del Olympique de Marsella. París no entra realmente en mis planes", concluyó.