El mercado invernal enseña una realidad paralela para Madrid y Barcelona. A diferencia de lo que dice la lógica, el equipo que mejor marcha lleva es el que más desea reforzarse. El Barça, líder intratable, está cerca de fichar a un 'crack' mundial como Coutinho. El Madrid, al que se le puede acabar la temporada ante el PSG, tiene a Kepa en la recámara y poco más.
Todo tiene que ver con la confianza (para muchos excesiva) de Zidane en sus jugadores. No ve motivos el francés para reforzar a su equipo, que sin duda ha perdido fondo de armario de un año para otro. Quedó demostrado, sin ir muy lejos, ante el Numancia en Copa. La segunda unidad no funciona.
Y no es que Valverde no confíe en los suyos, faltaría más. Sus chicos viven desde hace tiempo en lo más alto de la tabla, esperan que llegue los octavos de la Champions y mantienen la Copa como valor añadido. Una temporada magnífica, no cabe duda, después de que el Madrid le pintara la cara en la Supercopa de España.
Lo extraño de todo esto es que vaya a ser el Barça el que tire de chequera y no al revés. Máxime cuando Coutinho, el eterno deseado, no podrá jugar Champions hasta el año que viene. Nada importa en 'can Barça', donde pueden llegar a abonar hasta 160 millones por el traspaso.
Toca añadir en este punto a Yerry Mina, un central que llegaría para paliar la falta de efectivos en la zaga. El de Palmeiras está listo para dar el salto al primer nivel europeo y en Barcelona le esperan con los brazos abiertos.
En el otro lado del puente aéreo el nombre de moda es Kepa, a pesar de que es la portería la línea que menos dudas ofrece. Keylor siempre está discutido, cierto, pero la delantera o la defensa necesita claramente de refuerzos.
Así, las últimas reuniones entre la plana mayor madridista desembocaron en una idea: peinar el mercado. Esto no quiere decir que los fichajes vayan a llegar, aunque sí parece que van a otear las posibilidades. Se busca un '9' que compita con Benzema, aunque el único que suena es Icardi y no costaría menos de 100 millones.
El resumen es que el líder quiere más y el perseguidor se conforma con lo que tiene, salvo algún retoque. El 'crack' para el intratable primer clasificado, el portero de futuro para el que está a 14 puntos de los azulgrana. En Madrid no lo entienden, en Barcelona disfrutan.