Un partido y uno de los regates más espectaculares de los últimos tiempos están de celebración. El Barcelona-Bayern de Múnich del 6 de mayo de 2015 cumple tres años y lo hace con un 'Clásico' bastante descafeinado en segundo plano, en el que seguro que Leo Messi quiere repetir la actuación de aquel día.
En aquellas semifinales de la 2014-15, el Barcelona pasó por encima del Bayern de Múnich de Pep Guardiola y dejó totalmente encarrilado su pase a la final de la Champions con un 3-0 en la ida en el que Messi hizo y deshizo a su antojo.
El argentino, que adelantó a los azulgranas a poco menos de un cuarto de hora del final, anotaría un doblete y le regalaría a Neymar, ya en el tiempo añadido, un tercer tanto que sería definitivo en la vuelta, donde el Barcelona se clasificó a la final pese a caer por 3-2.
Ese 6 de mayo de 2015, Messi inició su festival con un tremendo latigazo desde la frontal al que no llegó Neuer, pero se coronó con el segundo tanto, en el que se inventó un sutil regate a Boateng que ya forma parte de los anales de la historia de este deporte.
El argentino recibió de Rakitic en pleno contragolpe y, tras amagar con abrirse hueco hacia el centro, giró rápidamente para romper a Boateng y superar con una exquisita vaselina al guardameta alemán.
Pero no terminó ahí la exhibición de Messi, pues el astro azulgrana, que no logró anotar en la final, le regaló con un pase en profundidad el 3-0 a Neymar, que superó por bajo a Neuer.
Un partido para la historia que Messi intentará repetir en el 'Clásico', donde, pese a no haber nada en juego, el Barcelona quiere plasmar su gran superioridad en la presente Liga.