Walter Musona ha llevado a la 'folha seca' a un nuevo nivel. En una falta muy lejana, el futbolista africano le pegó con el alma y el balón ganó altura para rápidamente bajar y colarse por la escuadra de la portería rival.
Nada pudo hacer el guardameta a pesar de que hizo todo lo que estuvo en sus manos. El remate seco provocó un efecto endiablado en el balón, que no giró en los más de 30 metros que recorrió. Todo un espectáculo.