El fichaje de Aymeric Laporte no ha hecho sino refrendar la máxima de que la seguridad defensiva tiene un alto precio. El central ha llegado con rendimiento inmediato al 'citizen' y ha sido el complemento perfecto para una defensa que ya lo estaba haciendo mejor que en pasadas temporadas en la parcela defensiva.
El central costó 65 millones de euros y se unió a las llegadas en verano de Benjamin Mendy (57 millones), John Stones (55 millones), Kyle Walker (51 millones) y Danilo (30 millones). Mientras que el primero apenas ha podido jugar por una grave lesión, Stones y Walker sí que se convirtieron en indispensables, aunque el primero alterna actuaciones impecables con errores de bulto.
A Danilo le ha costado algo más entrar, pero en los últimos compases de la temporada ya parece estar a tono con el resto de la zaga 'skyblue'. El lateral brasileño está rindiendo en el Manchester City como no pudo hacerlo en el Real Madrid y, por momentos, recuerda a aquel brillante defensa que maravilló en el Oporto.
Por último, Guardiola también le echó el cerrojo a la portería... y eso le costó una buena inversión. Ederson llegó por 40 millones para poner fin a la irregularidad de Bravo y el Manchester City está notando todos los refuerzos, pues lleva 32 goles encajados a estas alturas, por los 44 que ya había recibido hace un año.
Pero no todo han sido fichajes, el gran rendimiento de Otamendi, que está cuajando la mejor campaña de su carrera, también ha sido una de las grandes noticias del inicio de campaña. Y, aunque no fue un desembolso de esta temporada, el argentino también costó una buena cantidad (44 millones) en 2015, lo que viene a confirmar que la seguridad defensiva hay que comprarla.