Por aquel entonces, los 'pepineros' aún celebraban el ascenso a Segunda División tras una década en Segunda B. Llegó una nueva edición del Villa de Leganés y el Castilla fue el rival elegido.
La presencia de Zidane levantó la habitual expectación que generaba el francés cuando era técnico del filial. Era un día para probaturas, pero prácticamente ninguna salió bien al entrenador blanco.
Cuenta 'AS' que aquella tarde Zidane pidió un despacho, pero lo único que pudieron ofrecerle fue la sala de prensa. El francés aceptó mientras algunos jugadores del Leganés esperaban para fotografiarse con la leyenda.
No han pasado ni cuatro años y Zidane ya tiene en su haber dos Champions, una Liga y varios trofeos más. De la goleada en Butarque con el Castilla a la visita 'copera', en la que espera que su Madrid levante el vuelo con goles y una victoria.