El mandatario fue elegido el pasado 27 de febrero para ser miembro del organismo, un puesto que podrá ocupar hasta febrero de 2019, cuando se den nuevas elecciones.
Hará de representante en una reunión previa a la final de la Liga de Campeones y llevará a cabo una gran paradoja, puesto que será él y no Rubiales, quien le ganó en la votación para dirigir la Federación, quien haga de bandera española.
Ello tiene lugar porque Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, lo eligió cuando era el presidente en funciones de la Federación Española de Fútbol.