El técnico del Real Madrid declaró en la rueda de prensa previa que el partido contra el Villarreal era una buena oportunidad para preparar la final de Kiev.
Así, Zidane no reservó a casi nadie y salió con el once de gala a excepción de la portería, donde dio descanso a Navas para poner a su hijo, Luca, que debutó en partido oficial.
Benzema ocupó el banquillo y entró al campo cuando Cristiano fue sustituido en el minuto 61 por decisión de 'Zizou', que ya piensa en Kiev. Isco ocupó la medular y también se fue al banquillo en el minuto 72, lo que deja pistas de que también estará en la final.
Ahora, la gran duda de Zidane está arriba, ya que debe decidir si darle o no la titularidad a Gareth Bale. El galés, Benzema e Isco se disputarán dos plazas en el once de inicio.
El francés no suele engañar en los ensayos prefinal, por lo que el papel de Bale y Cristiano dejó pistas. Ambos pueden ser un gran recurso por las bandas ante una defensa que no destaca por su velocidad, pero que puede presionar mucho para quelos madridistas no jueguen por el interior.
Los tres llegan en un gran momento de forma y la decisión del técnico estará marcada por el sistema y la táctica de los blancos.