¿Qué sintió el ex futbolista al jugar por primera vez un Mundial en México 1986? "Una emoción incalculable. Me di cuenta de que jugar en aquel sitio era dificilísimo: estábamos en Monterrey a 43 grados. ¡Hacía tanto calor! Después fuimos al Azteca, y me pareció alucinante. Aquello era todo lo que siempre habíamos pensado que tenía que ser un Mundial", explicó.
"Si tuviera que elegir un gol de 1986, me decantaría por el primero contra Polonia, porque, sin él, puede que los demás no se hubieran producido", afirmó Lineker.
"Lo cambió todo. Me proporcionó un gran alivio y me devolvió la confianza. Pocos minutos después marqué otro y otro. Anoté un triplete y, de repente, el mundo era distinto. Sin aquel primer gol, mi vida habría sido muy distinta", añadió.
Pero el ex delantero no recuerda el gol que marcó ante Alemania en la semifinal de aquel Mundial. "Casi no recuerdo mi gol, pero desde aquel día lo he visto tantas veces por la tele que sé perfectamente cómo sucedió. Paul Parker lanzó un balón largo que rebotó en un sitio perfecto para mí", contó.
"Solo tuve que controlarlo con el muslo y dejarlo caer al pie izquierdo, aunque la zurda nunca la tuve tan fuerte como la diestra. Entonces pensé: "¡Pégale fuerte!". ¡Para mí aquello fue un cañonazo realmente lejano!".
"Creo que se coló por entre las piernas de alguien. En el preciso momento en el que disparé pensé: "Esto va a entrar". Fue una sensación increíble. Por desgracia, no resultó tan valioso como me pareció en aquel instante, pero fue un momento mágico", agregó.