Arda Turan ya ha llegado a Turquía. Pero su llegada no ha sido precisamente tranquila. Una auténtica locura invadió el aeropuerto de Estambul, en el que cientos de seguidores esperaban al nuevo jugador del Istanbul Başakşehir.
De hecho, las fuerzas del orden se vieron obligados a usar gas lacrimógeno para poder controlar a los fans, que llegaron incluso a poner en peligro la integridad del jugador turco.
La afición, por su parte, recriminó la acción del cuerpo de seguridad a las puertas del aeropuerto Atatürk, al grito de "no somos terroristas, sólo aficionados de fútbol".