El Valencia-Barcelona de la ida de semifinales de Copa del Rey dejó satisfechos a ambos. Unos, los 'culés', porque se llevan un gran resultado para la vuelta -un gol azulgrana en Mestalla lo pondrá casi imposible para el Valencia-, y los otros, los 'ches', porque supieron aguantar al Barcelona y consiguieron llegar con opciones al partido de vuelta.
El partido siguió el mismo guion del 1-1 de la primera vuelta de Liga. El Valencia defendió por acumulación y a Marcelino no le importó regalar el esférico al Barcelona. Los de Valverde dispusieron de hasta el 80% de posesión en la primera parte, pero apenas pudieron crear peligro. Al técnico asturiano el 0-0 le valía y tampoco pareció importarle demasiado llevarse un 1-0 que, como mínimo, le pone complicada al Valencia la clasificación a la final.
Ausente Coutinho, fueron Iniesta, Jordi Alba y Messi los que animaron la primera mitad. Pero el Barça estaba impreciso y culminaría los primeros 45 minutos sin tirar a portería. Tampoco lo hizo el Valencia, que sí que sería el que se animaría por primera vez tras el descanso en una larga acción de ataque culminada por Parejo desde la frontal.
Acoso y derribo.
Los 'ches' dieron un paso adelante tras el intervalo como en el partido liguero, pero el Barcelona rápidamente retomó el mando, especialmente tras la entrada de un voluntarioso Coutinho por un desacertado Aleix Vidal. El ex del Liverpool reanimó a los suyos y, si bien no pudo ser partícipe del tanto de la victoria, sí que incordió con sus constantes conducciones a lo largo de toda la frontal.
El gol llegó más por insistencia que por buen juego. Messi, quién si no, entró en el área valenciana y llegó hasta la línea de fondo, sirviéndole una asistencia perfecta a Luis Suárez, que remachó de cabeza en el segundo palo.
Se esperaba algo más del Valencia tras el gol, pero los de Marcelino apostaron todo por llegar con vida al encuentro de Mestalla y siguieron defendiéndose con bastante buen tino en lugar de volverse locos. Un par de acciones de Santi Mina en las postrimerías del choque estuvieron a punto de darle al Valencia un premio inmerecido para el encuentro de vuelta, pero el ex del Celta tampoco tuvo su día.
No hubo mucho más en un choque tan desangelado como el aspecto del Camp Nou, que culminó una de las peores entradas de los últimos años cuando dos de los mejores equipos de España se enfrentaban con un título en juego. Ver para creer.