"Me preocupa la excesiva euforia y que se considere que ya somos equipo Champions cuando no lo somos. Hemos de intentar calmar esa euforia y respetar al Alavés", explicó en una rueda de prensa.
El técnico insistió en que "aún no tenemos la Champions, quisiera poder decirlo y que nuestro objetivo es luchar por el tercer puesto pero no es así", por lo que pidió "prudencia, respeto al rival y apoyo para sumar otra victoria".
"No debemos estar distraídos, nos puede distraer esa euforia o pensar que jugamos ahora contra un equipo menor", subrayó el técnico, que recordó los problema que les dio el equipo vitoriano en los cuartos de final de la Copa del Rey y los extraordinarios números que llevan con Abelardo García como técnico.
"En los partidos que hemos jugado contra ellos nos han puesto en muchas dificultades. Tienen un muy buen repliegue, una muy buena organización y tanto a balón parado como en contraataque nos generaron peligro. Hemos de estar a nuestro máximo nivel o muy cerca para sacarlo adelante", apuntó.
El entrenador asturiano admitió que la grave lesión que se produjo este viernes Francis Coquelin, que sufrió una rotura del tendón de Aquiles, ha dejado "dentro del grupo un sinsabor grande, ha sido un golpe duro lo que hemos vivido y eso nos puede afectar".
En cambio, descartó que las convocatoria de algunos jugadores con sus selecciones puedan distraer a la plantilla. "Las noticias positivas siempre son bienvenidas y aumentan los estímulos", resumió.
El entrenador asumió que el hecho de jugar en Mestalla en plenas Fallas puede alterar el contexto habitual. "Hemos de entender que la ciudad está en fiestas y que igual el Valencia no es una prioridad. Si pueden hacer un impás de dos horas para ayudarnos a ganar, fenomenal, pero hay que entender la situación y el momento", señaló.