Messi volvió a liderar una vez más la victoria del Barcelona, en esta ocasión, ante el Chelsea. Pero no lo hizo de cualquier forma, no. Messi ofreció un auténtico espectáculo en la noche que alcanzó los 100 goles en la Champions League.
Una 'Messidependencia' de la que vuelve a hablar la prensa de todo el mundo, ante tal recital del delantero rosarino. Aunque todos sabemos que el Barcelona también es su sólida defensa, las paradas imposibles de Ter Stegen o la fortaleza del equipo al ataque con el 'Pistolero' Luis Suárez, lo cierto es que anoche, ante el Chelsea, el Barça fue Messi.
"Fue una linda alegría llegar a los 100 goles en esta competición tan hermosa", comentó un Messi que recibió elogios azulgranas, pero, también, 'blues'. Concretamente, el entrenador Antonio Conte, que no tuvo problemas en reconocer lo evidente: "El marcador es engañoso. La diferencia la ha marcado un super jugador como Messi, devastador".
Uno de los que más sufrió la jerarquía de un Messi engrandecido en Champions fue, curiosamente, un buen amigo del argentino: Cesc Fàbregas, cuya cadera quedó destrozada en mil pedazos con el manejo del esférico del crack rosarino.
Brilló Messi como nunca para ser el protagonista de un doblete ante los ingleses y la asistencia del tercero. Brilló después de haberle puesto la Liga de cara al Barça con un golazo por la escuadra ante un Atlético de Madrid totalmente rendido a sus pies.
Así, en la noche de las estrellas, ante un rival de categoría mundial como el Chelsea, con su equipo totalmente entregado a sus botas, Messi volvió a ser el jugador clave de la victoria azulgrana. Messi volvió a ser 'D10S'.