Osasuna y Real Valladolid pudieron librar la batalla sobre el césped prevista para el pasado sábado en el feudo rojillo y el estado del campo sorprendió a más de uno. En el rectángulo de juego casi no había nieve.
Tan sólo quedaba rastro del temporal que azotó Pamplona cerca de las vallas publicitarias, con restos de nieve, pero los 30 operarios que trabajaron, ayudados por un grupo solidario de aficionados, dejaron impoluto el terreno de juego.
En la fotografía, publicada por el usuario de Twitter @Ayozaurus, se puede ver cómo el partido comenzó a disputarse en buenas condiciones. ¡El fútbol no para!