Algo le pasa a Neymar por carnavales. Llega febrero y al brasileño le entra la nostalgia. Cumple años y añora la locura que se vive en su país durante estas fiestas. No es el primero al que le ocurre, ni parece que será el último.
Este talento extraordinario que ahora lidera los designios del PSG, no ha podido mostrar su mejor nivel durante el siempre corto mes de febrero. Por una u otra razón, el contexto festivo que le rodea termina por afectarle sobre el terreno de juego. Lo sufrieron en Barcelona y ahora le amenaza en París con los octavos de Champions a la vuelta de la esquina.
Desde que aterrizó en Europa allá por 2013, no ha habido febrero en el que Neymar no haya pinchado. Su balance durante este mes en el Viejo Continente es de 23 partidos, 7 goles, 3 asistencias y 2 penaltis fallados. Unas cifras algo alejadas de lo que mostraba durante el resto del año.
Viajes a Brasil, macrofiestas por su cumpleaños y alguna que otra molestia indeterminada le han terminado lastrando siempre por febrero. Ahora, en París empiezan a temer que se vuelvan a repetir los errores que cometió en Barcelona.
De hecho, antes de llegar a Europa, en febrero había disputado 23 partidos, anotando 15 goles y repartiendo cuatro asistencias. La exigencia creció con su llegada a España, pero la añoranza le afecta más durante el segundo mes de cada año.
Aun así, parece que la eliminatoria ante el Real Madrid le ha motivado lo suficiente como para mantener su vida medianamente ordenada de cara a ese duelo de la próxima semana. Su pareja está en Paris, su cumpleaños ha dado la vuelta al mundo y Emery le permite descansar casi cuando le apetece. Contentar al brasileño es el plan por el que han optado en un PSG que esperan tenerle a pleno rendimiento en el Bernabéu el próximo 14 de febrero.