Lo que André Gomes ha confesado en 'Panenka' es algo que viene observándose en los últimos meses. Cada vez que juega, el portugués tiene miedo al fallo, a no ofrecer todo lo bueno que tiene dentro. No es el futbolista que maravilló en el Valencia, aquel André nunca volvió.
Los silbidos de su hinchada, por supuesto, no ayudan. Incluso Valverde llegó a encararse recientemente con la grada, que no le pasa ni una a un centrocampista que es comodín para su técnico, que incluso llegó a colocarle en La Rosaleda como improvisado lateral derecho.
Ya sea en la diestra, la siniestra, por el centro o en punta de ataque, André Gomes no lo pasa bien. Así lo ha aclarado en 'Panenka'. "No me siento bien en el campo, no estoy disfrutando de lo que puedo hacer. Los primeros meses fueron bien, pero las cosas cambiaron. Quizá la palabra no sea correcta, pero se volvió un poco infierno por la presión", admitió.
El Barça no descarta la venta de André Gomes, mientras que éste no es capaz de borrar de su mente las malas tardes. "La sensación que tengo de los partidos es mala, hasta en los entrenamientos se nota. Quizá he jugado el día de antes y aún estoy con la imagen del partido que no me permite seguir adelante".
Incluso el miedo del portugués se ha extrapolado a su vida cotidiana. André, en vista de las críticas que recibía, decidió en alguna ocasión no salir de su domicilio. "Me ha pasado en más de una ocasión eso de no querer salir de casa. La gente te puede mirar, tenía miedo de salir a la calle por vergüenza. No me permito sacar la frustración, entonces lo que hago es no molestar a nadie, como si me sintiera avergonzado", reconoció.