Ya lo decía el mismísimo Gabriel García Márquez: "No llores porque se haya terminado. Sonríe porque sucedió". Y pocas cosas sucedieron mejor en el fútbol español que Andrés Iniesta y Fernando Torres para Barcelona y Atlético de Madrid.
Llegaron de niños y hoy saldrán del terreno de juego como leyendas... si es que no lo son ya. Dos figuras icónicas que tendrán por siempre un lugar en los corazones de 'culés' y 'colchoneros' cuyo cometido hoy será brindarles la más emocionantes de las despedidas.
No faltarán homenajes en el Camp Nou y Wanda Metropolitano para el último adiós a sus capitanes. Todo sabrá a poco. Cada balón, cada pase, cada gesto... 90 minutos que ojalá no acabarán nunca.
Pero, inevitablemente, lo harán. Nadie se acordará del resultado ni de ninguna cosa más del partido que de ellos. Atraerán todos los focos. Serán, en realidad, el único motivo por el que ver un partido intrascendente en lo futbolístico.
Y, aunque García Márquez no lo quiera, habrá lágrimas. Y no sólo las de los dos protagonistas. Pero serán de alegría en dos despedida con aroma a homenaje. Echar una mirada atrás y recordar todo lo vivido juntos.
Hoy, como ayer hiciera el Calcio con Buffon, el fútbol español hincará la rodilla y presentará sus respetos a dos fútbolistas que hoy nos dejan. Volverán, pero nunca más vestirán las camisetas que un día les llevaron hasta lo más alto.
Andres Iniesta y Fernando Torres. Dos campeones del mundo y dos leyendas. Hoy afrontan el partido más duro de sus vidas. El último ante los suyos.